De las glorias deportivas

Aunque no lo reconozcamos quien más y quien menos guarda entre los más preciados recuerdos de su vida deportiva algún momento en el que de alguna manera u otra saboreó las mieles del triunfo, ya fuese mediante un gol en el último minuto en un partido de peñas, una parada magistral de una tanda de penaltis, ...

Sin ir más lejos, un colaborador de este blog fue el protagonista principal de la siguiente historia:

"Durante una conversación en un bar entre dos conocidos del mundo del básket coruñés que hacía años que no se veían, se dio la típica conversación en la que salen a relucir nombres comunes de ex-compañeros con los que habían jugado cada uno (Borja, A. Román,...), todos ellos eminencias y jugadores contrastados con una ya dilatada carrera en el mundo del básket profesional. El momento vino cuando uno de ellos, y cito casi textualmente, dijo lo siguiente poniendo voz de chony:

- Yo he jugado con los mejores jugadores de básket de Coruña, pero sin duda, el mejor jugador con el que he jugado en toda mi vida es un tío que para en el Chaflán, un tipo de espaldas anchas con el que jugué en el Liceo, y que hacía el "picanrol" más increíble que he visto en mi vida. Creo que se llamaba Mariño..."

Cuando Mariño escuchó esta historia me imagino que debió sentir una especie de orgullo personal, algo similar al que debieron sentir los tres vencedores del Gran Premio de Portonovo de Karts, del cual os dejo dos vídeos:


1ª parte


2ª parte

P.D.: Yo todavía me estoy preguntando que es el "picanrol".