No estábamos ayer en A Coruña con un tiempo muy católico. Despues de un invierno francamente bueno, bueno, tal vez seco, demasiado seco(¿cambio climático?), hemos tenido 2 ó 3 diás en que la lluvia ha arreciado con ganas y la conjunción de mareas vivas y fuerte viento por la borrasca provocan espectaculos como este:
¡Qué pequeño se siente uno!
martes
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