Cuando antes redactaba las consecuencias del temporal de A Coruña, recordé un suceso de hace una semana:
Pese agradecer a toda esa gente su ayuda desinteresada, tengo la impresión de que esas personas son las mismas que te obligaban de pequeño a dar besos a tu tía barbuda y comer las lentejas porque tenían mucho hierro(¡MENTIRA!).¡Arriba el chuletón de buey!
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